Por primera vez en la historia, Estados Unidos se abstuvo de votar su propia ley de Bloqueo contra Cuba este miércoles en asamblea general de las Naciones Unidas. Claro que este es un hecho sin precedentes, pero no deja de ser un simple simbolismo que se suma a las intenciones declaradas de Barack Obama sobre el levantamiento de esta medida cruenta. Yo me quedo con las declaraciones del titular de la Cancillería de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, quien dijo que dijo que «lo importante y concreto es el desmontaje del bloqueo, más que los discursos, las declaraciones de prensa o incluso el voto de una delegación en esta sala», luego de conocer la abstención estadounidense. Por su parte la embajadora de EEUU ante la ONU, Samantha Power, reconoció que el Bloqueo «en lugar de aislar a Cuba nuestra política aislaba a EE.UU. Incluso aquí, en Naciones Unidas», pero se justificó diciendo que el término definitivo de esta medida depende del Congreso, en manos del Partido Republicano (palabras que le sirvieron para hacer un recargón a los republicanos en estos tiempos electorales). Lo cierto que es que Obama y su Gobierno no han pasado de las palabras, continuando sus estrategias de desestabilización contra la isla (https://goo.gl/abyi48). Le pregunté a mis fuentes en La Habana, ¿cómo toman la noticia? y su respuesta fue clara: «La decisión de quitar el Bloqueo evidenciará la real intención de Estados Unidos más allá del voto». O sea que, la pelota sigue estando en manos estadounidenses y depende de ellos, y sólo de ellos, pasar de las palabras a los hechos.

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