La banqueta de este vecino de la colonia Solidaridad, en Chetumal, Quintana Roo, ya estaba hecha. Pero la alcaldía, según se acusa, para justificar gastos, decidió romperla y construir una nueva, no mejor, sólo nueva. El asunto es que dejaron el trabajo a medias, las coladeras no se taparon y esta fastuosísima obra pública  tiene a la gente literamente viviendo entre la mierda que brota del caño.

¿Y de la alcaldía? Ni sus luces. Pero como dice quien aqui acusa:

«¿Será que todo el tiempo la ciudadanía tendrá que quedarse callada? ¿Miedo a qué? Al día de hoy no podemos seguir soportando estas mamadas. Porque el día de los impuestos, el día del agua, el día del drenaje, putamadre, ahí están los recibos que hay qué pagar. Y al día de hoy el Gobierno no me mantiene, no me da  un hijueputa sueldo. Yo no vivo pensionado. Yo gano los pesos con el sudor de mi frente»