Los estudiantes michoacanos piden más educación y la no intervención de políticas pedagógicas neoliberales en los planes de estudios socialistas de las Normales Rurales de Tiripetio, Cherán y Arteaga. Desde el 4 de octubre y ante la sordera de los Gobiernos Estatal y Federal a las demadas de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), tomaron autobuses y se apertrecharon en sus instalaciones para obtener un diálogo sobre las demandas. ¿La respuesta? Un operativo político-policiaco por la noche de este 14 en las casas educativas que dejó el saldo de 178 normalistas detenidos, hombres y mujeres, y la congratulación del gobernador Fausto Vallejo y la burguesía financiera a la que sirve el aparato de poder en Michoacán.
La medida se gesta en el histórico anhelo del capitalismo en México por acabar por los centros de formación popular y clasista que han sido las Escuelas Normales Rurales en el páís, donde las hijas y los hijos de los campesinos pobres han tenido una oportunidad para titularse ante la paulatina privatización de la educación superior y el ahogamiento presupuestal a las Universidades públicas. Desde la liquidación de El Mexe, Hidalgo en el 2003, hasta las represiones ocurridas en contra de Ayotzinapa, Guerrero, el ideal de «educación socialista» del Presidente Lázaro Cárdenas, ha sido brutalmente reprimido hasta en su propia tierra por quienes odian que los pobres tengan escuela.
La de este 14 de de octubre, es una fecha más inscrita con sangre en el calendario de la opresión burguesa, que pretende aplicar una estretgia fascista para la eliminación de las Normales Rurales, cuna de eméritos profesores, luchadores y revolucionarios como Genáro Vázquez Rojas, Lucio Cabañas Barrientos y Arturo Gámiz.
¿Hasta cuando, pueblo?
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