El activista y presidente de la Asociación por la Diversidad 1791, Alejandro Ávila Huerta, fue objeto de violencia homofóbica por parte del dueño de la cafetería denominada “Radio Express” de la ciudad de Pachuca. Así lo constata su testimonio y el de su pareja el cual argumenta represión sin justificación legal o reglamentaria en dicho establecimiento por mostrar su afecto en público. Así pues, al agresor le pareció inapropiado –dijo-, que una pareja de personas homosexuales se besara en el lugar porque “molestaba” a los demás, exigiéndoles no hacerlo.
Por Luis Alberto Rodríguez / Desde Abajo
El activista y presidente de la Asociación por la Diversidad 1791, Alejandro Ávila Huerta, fue objeto de violencia homofóbica por parte del dueño de la cafetería denominada “Radio Express” de la ciudad de Pachuca. Así lo constata su testimonio y el de su pareja el cual argumenta represión sin justificación legal o reglamentaria en dicho establecimiento por mostrar su afecto en público. Así pues, al agresor le pareció inapropiado –dijo-, que una pareja de personas homosexuales se besara en el lugar porque “molestaba” a los demás, exigiéndoles no hacerlo.
Es muy preocupante lo ocurrido, ya que la ciudad de Pachuca y el Estado de Hidalgo en general, deben avanzar hacia un orden civilizatorio donde esté garantizada la tolerancia, el respeto y la inclusión social con equidad y todos los derechos a los que debe acceder la población Lésbico, Gay, Transexual, Transgénero, Trasvesti e Inbtersexual (LGBTTTI).
El artículo 4 de la Ley para Prevenir y Erradicar la Discriminación en el Estado de Hidalgo es muy clara cuando por actos discriminatorios se excluye, distingue o restringe a cualquier persona por su preferencia sexual, impidiendo o anulando el reconocimiento o ejercicio de sus derechos y la igualdad de oportunidades.
Como actos discriminatorios se establecen: “Explotar o dar un trato abusivo o degradante a cualquier persona; Incitar al odio, violencia, rechazo, burla, difamación, injuria, persecución o la exclusión; Realizar o promover el maltrato físico o psicológico por la apariencia física, forma de vestir, hablar, gesticular o por asumir públicamente su preferencia sexual”
Cabe señalar que la Ley faculta a la Presidencia Municipal de Pachuca y a la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Hidalgo a promover condiciones para hacer efectiva la libertad de las personas de la diversidad sexual, mediante el establecimiento de medidas positivas o compensatorias directas sobre el caso que nos atañe y en lo general, para evitar un nuevo caso de violencia homofóbica en la entidad.
De manera textual, la Ley enfatiza “Los poderes públicos, deberán eliminar aquellos obstáculos que limiten en los hechos su ejercicio e impidan el pleno desarrollo de las personas, así como su efectiva participación en la vida política, económica, cultural y social del Estado y promoverán la participación de los particulares en la eliminación de dichos obstáculos”.
La violencia homofóbica en Pachuca ha tomado tintes dramáticos en ciertos casos, como el ocurrido en agosto del 2009 cuando un sujeto a bordo de un automóvil en movimiento disparó con arma de fuego con intención de muerte contra dos mujeres transgénericas, al filo de la noche. Personas las cuales, días anteriores, fueron desalojadas de la banqueta frente a la Preparatoria No. 3 de la Universidasd Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) por quien se acreditó como “el director” cuando realizaban labores del llamado “carro de la salud sexual” que la organización Transgénero Hidalgo impulsa junto a la Secretaría de Salud estatal.
Por lo anterior, es pertinente exhortar a las autoridades competentes a adoptar todas las medidas que le sean factibles para el cumplimiento de la Ley para prevenir y eliminar la discriminación en el Estado de Hidalgo y que la sociedad civil se mantenga en alerta para evitar que cualquier evento de discriminación ocurra de nuevo.
luis@desdeabajo.org.mx
3 respuestas a “Violencia homofóbica en Pachuca”
[…] […]
Me gustaMe gusta
No dejan de hacerse las víctimas, de martirizarse como si fueran mejores personas que cualquiera que también defiende sus convicciones. Por qué creen que el dueño de la cafetería los invitó, sin ninguna clase de violencia, a dejar de manosearse y besarse en público?? Porque están en su negocio, un negocio particular que no es propio para esas muestras de afecto, para eso hay otros negocios como los hjoteles, por qué le faltan al respeto a personas que no están de acuerdo con relaciones homosexuales o al menos con esas demostraciones tan efusivas de calentura? Quienes son más intolerantes entonces?? Ya basta de payasadas, dejen de montarse en el mulo de la “vulnerabilidad” para sentirse intocables.
Me gustaMe gusta
…Además de que ser no-homofóbico implica serlo de hecho y no de dicho, lo peor es que ni siquiera se es consciente de que se está siendo. Habrá que enseñarles así, lo que significa. felicidades por la columna que puntualiza lo que eso significa. Un abrazo Alberto y otro a Alejandro
Me gustaMe gusta